Fui donde un especialista de letras
Pues mi medio tiene una confusión,
Creo que padezco de una extraña dislexia
Estoy sufriendo por equivocación.
Me llamaron "herrado"
Así mi caliche fue diagnosticado
Me alertaron de mi mal "escroto"
Me habían dejado un párrafo mocho.
Salí a buscar una segunda opinión
Pues al parecer me sobraba una "H" y una "O"
Me encochinaron con aquel desfachatado exabrupto
Los rumores eran que me había pasado de bruto
La primicia era que sí estaba enfermo
Era cierto aquel "Herrar"
Era el mal de un testículo.
Y fue rayo aquella noticia
Que una vez refrita, había mandado a la jerga.
Así iba la reseña del extraño tubazo
Ya no es extraoficial el pitazo:
Se trata de un mal escroto.
Había desarrollado el testículo de un monstruo
Poseo los cojones para ser periodista en Venezuela
Tengo las bolas para resistir la peculiar realidad que nos asedia
Adquirí la voluntad de honrar a la libertad de expresión
Pese al cerco mediático, el abuso de poder, la impunidad y la corrupción.
Me enorgullece haber estado siempre "herrado"
Por la ética y la transparencia de hacer siempre lo más adecuado.
Tengo reforzada la pasión por la verdad
Me protege mi afán de que se haga justicia
Tengo un alma luchadora distinta
Que se caracteriza por la benévola condición de hallar la verdad.
No resultó malo estar "Herrado",
No hubo errores en tantos pormenores
El mal escroto lo uso cada día en mis escritos
Sigo enfermo de ser un periodista distinto.
¡Feliz día colegas!